Todos, en algún momento, nos hemos planteado si comprar un sofá de piel o un sofá de polipiel y cómo podemos saber si el sofá que voy a comprar es de un material o de otro. A partir de hoy vas a saber diferenciarlos usando tus sentidos.
¿Cuál es la diferencia entre un sofá de piel y un sofá de polipiel?
Lo primero que debemos tener en cuenta es la diferencia entre un sofá de piel natural y un sofá de polipiel.
La piel es un material totalmente natural, procedente del vacuno. Los sofás de piel son resistentes y flexibles, estas características ayudan a que el sofá se deforme menos a lo largo de los años. Existen varios tipos de piel para tapizar sofás, entre las que se encuentran, la piel rectificada, la piel flor y la piel espesorada, esta última la recomendamos por su alta calidad y durabilidad gracias a su espesor y grabado.
Por su parte, la piel sintética, entre las que se encuentra la polipiel, es la imitación al cuero más exacta que existe y la más usada. Un sofá de polipiel es resistente, ligero e impermeable, perfecto si tienes niños en casa y quieres ahorrarte disgustos innecesarios.
Los tres sentidos claves que te ayudarán a saber si un sofá es de piel o de polipiel
A la hora de elegir un sofá para nuestro hogar lo primero que hay que tener en cuenta es que nos guste el diseño y el color del mismo, integrándose perfectamente en nuestra decoración. Déjate asesorar por un equipo de profesionales que sepa ofrecerte justo lo que necesitas.
Para ayudarte a saber si lo que vas a comprar es un sofá de piel o de polipiel, te sugerimos que tengas en cuenta tres de tus cinco sentidos:
Olfato
Todos sabemos cómo huele un sofá de piel, es un olor natural e inconfundible. Tenlo en cuenta si lo que buscas es tener un sofá de piel en casa.
Tacto
Usa tus manos y pásalas por encima del sofá, fíjate que la superficie sea suave y lisa, además, si es flexible y transmite calidez ¡estás ante un sofá de piel! Por su parte, la polipiel, es más rígida y no presenta arrugas en ningún momento.
Vista
En un sofá de piel podemos observar la textura, que no sea totalmente uniforme, y los poros de la piel. Si tienes acceso al muestrario de materiales, dale la vuelta a la piel para ver si tiene gamuza o pelusilla, si la respuesta es ¡sí! Es un sofá de piel. Por su parte, los sofás de polipiel tienen una textura regular y suelen perder el color rápidamente en las zonas de mayor uso.
Otra clave que puedes tener en cuenta es el precio, ya que un sofá de piel, por su calidad y durabilidad, tiene un precio mayor que uno de polipiel.
Esperamos haberte ayudado con tus dudas a la hora de diferenciar un sofá de piel de otro de polipiel. Si necesitas asesoramiento puedes venir a visitarnos a nuestras tiendas de Murcia, Cieza, Molina de Segura, Lorca y en nuestro nuevo centro Outlet.