¿No tienes claro cuándo renovar el colchón? ¡Nosotros sí! Al menos hay cinco situaciones en las que, sin lugar a dudas, deberás hacerlo. Acompáñanos para saber cuáles son:

1. Si al levantarte sientes dolor. Está claro que un colchón es para cuidar de tu bienestar y descansar. Si te ocurre todo lo contrario, que estás dolorido, tienes molestias, ¡es hora de cambiarlo! Podría ocasionar incluso afectar a la salud y generar trastornos del sueño o patologías físicas como desviaciones de columna.
2. Al notar algún olor extraño. Si tu colchón es nuevo, los primeros días, es habitual que huela raro o, como se suele decir “huele a nuevo”. Este olor tan característico es fruto de los tratamientos que reciben (antiácaros, antihumedad, antimanchas, etc.) antes de llegar a tu casa. Pero otra historia muy distinta es que tu colchón libere un olor difícil de gestionar pasados esos primeros días.
3. Cuando nuestras necesidades cambian por la edad. Al cumplir años podemos necesitar otro tipo de colchones. No nos referimos solo a cuando nos hacemos mayores y las camas articuladas, por problemas de movilidad, se convierten en nuestras mejores aliadas. No. También cuando un niño pasa a ser adolescente o un bebé abandona la cuna. Incluso con el paso del tiempo puede surgir alguna “novedad” como una alergia que podemos combatir con un tipo de colchón hipoalergénico de látex o con memory foam. En estos casos y otros tantos, la edad manda y es necesario pasar a otro tipo de colchones adaptado al tamaño, peso, preferencias, etc.
4. Si tiene más de 10 años. Por mucho cariño que le tengas a tu colchón no es recomendable que se quede contigo más de una década. Incluso algunos modelos, dependiendo de la gama, necesitarán un cambio antes. El motivo te lo imaginarás: los materiales van sufriendo un desgaste del uso diario. Esto, al final, como ya avanzábamos, puede perjudicar a la calidad de tu sueño y a tu salud.
5. Si al sentarte lo notas hundido. Cuando le ocurre esto a un colchón puede que sea por un uso excesivo, porque los niños juegan a dar saltos en él o por los propios materiales, entre otros motivos. El caso es que, para colchones individuales esa “flacidez” se suele presentar en la parte central. Por el contrario, si el colchón es de matrimonio y lo comparte una pareja, los extremos son los que tienen las zonas hundidas. Eso sí, lo consideramos hundido cuando su nivel baja unos 3 cm respecto a su posición original. Si quieres aprender a medirlo, ¡llámanos o visítanos para conocer todos los trucos!

Una vez que sabes cuándo renovar el colchón la siguiente pregunta sería, pero, ¿dónde lo cambio? Nuestros compañeros en las tiendas de la Región de Murcia te estarán esperando.